Nos encanta la remolacha, también llamada betarraga o betabel, por varias razones. Su intenso color rojo púrpura, su olor a tierra dulce y sus propiedades medicinales, hacen de esta hortaliza un alimento interesante, que además, no es nada caro.

En el pigmento rojo de la remolacha, se acumula la betanina y gran cantidad de flavonoides que ayudan a mejorar la resistencia ante el cáncer, y a prevenirlo. La abundancia de antioxidantes junto con otros nutrientes que contiene esta hortaliza, son ideales para prevenir enfermedades del corazón, regular el colesterol, depurar el hígado… También contiene metionina, un amino ácido imprescindible para la buena salud del cabello, uñas y piel. Y es un estupendo mineralizante del organismo y antianémico por su alta cantidad de hierro vegetal y por su dosis de silicio, importante elemento para la buena salud de los huesos, arterias y piel.

La receta la adquirimos de la web mejorconsalud y la hemos adaptado a nuestra forma de cocinar y a nuestros gustos. Ahora que estamos en temporada de remolachas y fresas, ¡Hay que aprovechar el momento!

Ingredientes

• 1 remolacha mediana
• 2 naranjas
• 4 fresas bien maduras

Elaboración
1.Colocamos las frutas en el vaso filtrante de Vegan Milker en el siguiente orden: primero la remolacha, bien pelada y troceada, y después, las dos naranjas peladas (sin pepitas).
2.Colocamos el filtro dentro del recipiente y batimos suavemente con la batidora de mano hasta conseguir triturar bien la fruta.
3.Soltamos el baso filtrante, y prensamos la pulpa con ayuda del mortero. Al ser una pulpa fibrosa, nos llevará un minuto largo prensar exprimir bien las últimas gotas.
4.Ya tenemos un licuado de remolacha y naranja en nuestro recipiente.
5.Añadimos, esta vez sin filtro, las fresas y batimos la mezcla con la batidora de mano.
6.Ya está listo el zumo, que por cierto, está deliciosooo!!

Trucos y consejos

• Limpiar el filtro y el mortero inmediatamente después de realizar el zumo para evitar que el tinte penetre en el material.
• Si quieres que el resultado sea un licuado sin grumos, introduce las fresas en el filtro junto al resto de la fruta, situándolas entre la remolacha del fondo y las naranjas.

¿Que podemos hacer con la pulpa?

Es una pulpa muy versátil que además de estar riquísima alegra la vista por su color intenso. Os presentamos algunas alternativas, todas ellas muy sencillas, para reciclar esta pulpa.

1-Tacos de remolacha naranja y comino.

• 100 gramos de pulpa para 4 tortitas
• 70 gramos de harina fuerte (o cualquier otra para uso de pastelería)
• 1 cucharadita de semillas de comino (o de albahaca)

Primero mezclamos el comino con la pulpa. Después ponemos la harina en forma de montaña encima de una tabla de cocina grande y, en medio de la harina, colocaremos la pulpa. Amasamos bien todo, mezclando los ingredientes poco a poco. Las manos se pringan mucho, es normal. Si se nos pega la masa a la mano, podemos añadir más harina. Cuando la masa ya no se pegue en las manos, está lista. La dejamos reposar a temperatura ambiente, cubierta con un trapo durante 4 horas. Después, haremos 4 bolas que amasaremos una por una con el rodillo. Se dejan lo más fino posible, con cuidado de que no se rompan, y se calientan en una plancha o una sartén sin aceite , dándoles la vuelta para que se hagan bien por los dos lados.

Los tacos se sirven así o, cuando la masa esté aún caliente, se pueden cortar en triángulos y emplearlos cómo si fueran nachos de remolacha para picar con un hummus, un guacamole o un paté.

2-Paté de remolacha a la naranja:

• 100 gramos de pulpa
• zumo de ¼ de limón
• 1 cucharadita de semillas de comino
• 1 cucharada de tahín

Primero añadimos a la pulpa unas gotas de zumo de limón (¼ de limón como mucho), y una cucharadita de semillas de comino, y mezclamos bien. Para darle una textura más cremosa al paté, y además mejorarlo nutricionalmente con un importante aporte de calcio, proteínas y otros minerales, se mezcla el paté con una cucharada de tahín o pasta de sésamo (también se pueden utilizar pipas de girasol trituradas). El paté se sirve decorado con semillitas y/o con hierbas (amapola, sésamo, orégano…). Es un paté muy fresco y sabroso. Os invitamos a ajustar los ingredientes a vuestro gusto; poner menta en vez de comino, añadir más tahín si sois muchos en casa… en fin, que esto sea la base para luego inspiraros con lo que más a mano tenéis ese día.

Más opciones:

• Mezclar la pulpa sobrante con cualquier leche vegetal para hacer un batido de frutas.
• Introducir la pulpa en la masa de un bizcocho como un ingrediente más.
• Tenéis algunas recetas de base en el apartado de pulpas de este blog.

Cualquier receta que elijamos el resultado será sabroso, nutritivo y además aportará un color especial a nuestra mesa. ¡Salud!