La calidad del agua es fundamental para obtener una buena leche vegetal. Sin embargo, cada vez son menos las fuentes públicas con agua fresca proveniente del monte y ríos subterráneos. Actualmente, muchas de las fuentes públicas están enganchadas a la red de saneamiento, otras muchas se han cerrado y solamente queda el caño ya roto u obstruido, o la piedra que decoraba la fuente…
La gran pérdida de fuentes, en la mayoría de países europeos se ha dado durante el siglo XX y principios del XXI. En los años 80 había alrededor de mi casa 5 fuentes, y actualmente, en el mismo radio, sólo queda una (que a veces no funciona). Igualmente, este escenario se repite en la inmensa mayoría de pueblos, ciudades y países que estoy teniendo la oportunidad de conocer gracias a las Ferias Ecológicas a las que estoy acudiendo con nuestra querida ChufaMix.
Curiosamente hoy en día, en base a la normativa del agua, las fuentes públicas que se alimentan de aguas subterráneas o de manantiales naturales que no están químicamente tratadas están obligadas a advertirlo mediante un cartel con la frase “AGUA NO POTABLE”.
Pero esto, en algunos casos, puede ser totalmente engañoso, ya que un gran número de estas fuentes “salvajes” emana un agua muy sana y de máxima calidad, total y absolutamente “POTABLE”. Es por eso que en muchos pueblos se ha optado por poner el cartel de aviso con la frase “AGUA NO TRATADA”, en vez de “NO POTABLE”, y que sea la persona la que decida si se arriesga o no a tomarla, en base a lo que las gentes de ese pueblo le puedan aconsejar, que ya somos mayorcitos para esto…
Queremos mediante este artículo agradecer a los pueblos que aún mantienen sus fuentes públicas con agua de manantial subterráneo (agua sin tratar, fresquita y natural, con toda su vida bacteriológica intacta…) y animarlos a que la sigan cuidándolas durante muchos años más.
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