El batido de naranja y chocolate que compartimos en la receta de hoy os va a sorprender seguro. Aunque la combinación de naranja y chocolate es conocida, en esta receta, hemos utilizado las naranjas enteras (sin pelar). En cinco minutos preparamos un delicioso batido que incluye los matices de los aceites esenciales de la piel de la naranja. El resultado es un batido tipo smoothie, muy cremoso, Ideal para tomarlo tal cual o para hacer postres, helados, etc.

Receta del batido de naranja y chocolate
Sobra decir que todos los ingredientes empleados son ecológicos. Las naranjas son de nuestras amigas Ruth y Aitana de Cullera (Valencia), agricultoras de una pequeña empresa familiar dedicada al cultivo orgánico de cítricos www.naranjasdecullera.com. El chocolate empleado de Adrián, otro pequeño productor de turrones ecológicos de Alicante www.nutxes.com.
Con estos ingredientes, os podéis imaginar el resultado, una delicatessen de sabor exquisito y lleno de nutrientes.
Ingredientes:
- 500 ml de agua natural
- 2 naranjas ecológicas enteras (con la piel)
- 4 nueces de macadamia con cacao*
- 30g de chocolate negro 70%
- Este ingrediente más difícil de conseguir se puede sustituir por 25g de anacardos tostados y aumentando en 10 g la cantidad de chocolate.
Preparación:
Tiempo de preparación: 5 minutos.
- Limpiar bien la fruta y partirla en cuatro trozos.
- Poner agua en el recipiente y ajustar el filtro emulsionador Vegan Milker.
- Colocar los ingredientes dentro del filtro y batir con la batidora de mano.
- Elevar el filtro sobre el batido de naranja y chocolate y seguir batiendo con la batidora para filtrar la pulpa de forma rápida y sencilla.
- Terminar el proceso pensando la pulpa con el mortero.
- Guardar el batido en la nevera, nos durará 3 días. El reposo ayudará a intensificar los matices de naranja tan especiales.
- La pulpa la podemos aprovechar en cualquier recetas de repostería o añadirla a un yogur.
Alternativas y consejos
Si ya tienes una Vegan Milker en casa te animamos a probar zumos de frutas integrales, es decir, a no desechar la piel. Aprovechar los nutrientes y antioxidantes que se concentran en las pieles es una forma de optimizar los alimentos. El zumo de limón, el de naranja o el de cualquier otra fruta que tenga piel comestible cambian radicalmente, es más concentrado y el sabor tiene nuevos matices. Hay todo el mundo que descubrir.
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