La leche de nueces es una deliciosa leche vegetal que no tiene nada que envidiar a la popular leche de almendras.
Al igual que otras bebidas elaboradas a partir de frutos secos, no contiene gluten ni lactosa y es muy rica en ácidos grasos, lo que la hace apta para el corazón y para regular el colesterol.
La leche de frutos secos es una bebida muy calórica y rica en proteínas, por lo que se recomienda no tomar más de un vaso al día, preferiblemente por la mañana o antes de hacer ejercicio.
Esta bebida es rica en oligoelementos, vitamina C, vitaminas del grupo B, lecitina y ácidos grasos omega-3 (poliinsaturados).
Cómo hacer leche de nueces en casa
La bebida de nueces es una leche vegetal deliciosa. Es ideal para tomarla sola, con café o te, incluso para incluirla en postres o en cualquier otro plato.
Como las nueces son muy aceitosas y blandas, no es necesario remojarlas previamente ni utilizar agua caliente para prepararlas. La preparación es sencilla y sólo lleva unos minutos.
Ingredientes
0,8 l. litro de agua
100 gramos de nueces
Una pizca de sal
Una cucharadita de azúcar u otro edulcorante (opcional)
Tiempo de preparación
5 minutos
Preparación de la leche de nueces
Llenar el recipiente de Vegan Milker con agua natural hasta la marca de 0,8 l.
Poner todos los ingredientes en el vaso filtrante y ajustarlo en el recipiente.
Triturar con la batidora de mano durante aproximadamente 1 minuto hasta que la leche esté perfectamente emulsionada.
Dejar reposar durante 5 minutos.
Levantar el filtro hasta la marca superior del nivel de la leche y remover con una espátula/cuchara de madera hasta que se vea la pulpa.
A continuación, introduce el mortero de Vegan Milker y prensa con cuidado para exprimir hasta la última gota.
Guardar la leche de nueces en la nevera, donde se conservará durante al menos 3 días. Notarás que el sabor mejora cada día.
Guardar también la pulpa de frutos secos en la nevera.
Consejos y recomendaciones
Antes de preparar la leche de nueces, asegúrate de que los frutos secos están bien ricos. Las nueces se oxidan rápidamente, por lo que hay que asegurarse de que están en buen estado y no tienen un sabor rancio antes de proceder a hacer la leche.
Añadir o no endulzante es una cuestión de gusto y se puede omitir el azúcar sin problema.
También puedes jugar con otros ingredientes para adaptar la receta de leche de nueces a tus gustos personales. Una variación súper sabrosa es añadir una cucharadita de cacao y ralladura de naranja. Pero también puedes añadir un poco de vainilla, dátiles, avena…. En definitiva, se trata de improvisar hasta encontrar tu versión favorita para cada momento.
La pulpa restante es perfecta para postres o para comerla con yogur o en un muesli. Una receta fácil y muy atractiva sobre todo para los paladares más dulces es mezclarla con un poco de cacao y sirope y hacer una crema de chocolate con ella…. ¡Mmmm!
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