Queremos compartir esto con todos, porque nos hemos dado cuenta de que hay mucha gente que piensa que las propiedades nutricionales de la leche envasada son las mismas que las de leche vegetal casera.

Parece que un brick con pinceladas verde o marrones, con la palabra “natural” impresa en él, nos lleva ha pensar que es lo mismo que “hecho en casa”. Veamos de una en una, las diferencias entre la leche “hecha en casa” y la leche envasada.

1-La diferencia principal es su valor nutricional. En nutrición, se agrupan los nutrientes de cualquier alimento en dos grandes familias: Los macro-nutrientes (carbohidratos o azúcares, lípidos o grasas, y proteínas) y micro-nutrientes (vitaminas y minerales). La leche casera contiene todos, los micro y macro nutrientes de la semilla que se ha empleado para su elaboración. Tenéis más información al respecto en este artículo titulado: Qué cantidad de nutrientes de la semilla pasa a la leche vegetal?. Los nutrientes de la leche casera siguen vivos, trabajando y transformándo(se) hasta llegar al proceso de fermentación de la leche. Si la conservamos en la nevera deceleramos el proceso de fermentación y la leche vegetal casera nos puede aguantar entre 3-7 días. Cada día su sabor y propiedades nutricionales mejorarán.

La leche envasada se somete a unos procesos térmicos de pasteurización y/o esterilización para su posterior comercialización. Estos métodos térmicos de conservación suponen exponer la leche a golpes de calor entre 80 y 160 ºC durante X tiempo, con el objetivo de eliminar algunos micro y macro nutrientes de la leche. Por qué se hace esto? Para que la leche se pueda comercializar. Así es posible que perdure en una estantería, o en un armario en temperatura ambiente durante más de dos años. Pero el precio nutricional que se paga es bastante elevado. Las leches envasadas, una opción vegetariana o vegana saludable, son fáciles de usar, son libres de lactosa, libres de gluten, pero no son naturales. Es importante que sepáis que, a nivel nutricional, no tienen nada que ver con una leche hecha en casa.

2- La segunda diferencia entre envasadas y naturales, es que en la mayoría de casos, la leche envasada no hace mención al origen de la semilla empleada para hacer la leche. En cambio, cuando tu haces la leche en casa, adquieres la semilla dónde tú quieres, a sabiendas de su procedencia. Puedes elegir dónde y a quién se la compras y ser un agente activo en la recuperación del mercado local y ecológico.

3-La tercera diferencia es el precio. En este momento el consumo de leches vegetales se está incrementando a pasos agigantados. Teniendo en cuenta el coste de la semillas (el precio del arroz, avena, soja, almendra..) y tomando en cuenta el porcentaje de semilla que se utiliza para hacer la leche, que difícilmente supera está entre el 4% y el 18%, el precio al que se vende la leche envasada es desorbitado. Llevamos 3 años viajando por Europa y hemos observado que esto ocurre en casi todos los países. Los precios oscilan entre 1€/$ y 3€/$ según la marca y la semilla empleada.

Sin embargo, si hacernos una leche de cualquier semilla ecológica, nos cuesta mucho menos. Aproximadamente, si hacernos la leche de avena en casa, nos costaría 20 céntimos el litro, una leche de arroz y soja no transgénica, 35 céntimos, una leche de cacahuete 1€, y una leche de almendra, lo más caro del mercado, nos costaría 2€/$. Y todo ello sin contabilizar la pulpa sobrante de la leche vegetal casera, que por supuesto, la reutilizamos y nos la comemos también. Y puestos a sacarle partido, quiero mencionar la “2ª extracción”, es decir, el utilizar la pulpa sobrante para volverla a exprimir y sacar medio litro más de leche que nos sirva, por ejemplo, para cocinar. Tenéis mucha información sobre esto en el artículo sobre la historia de las leches vegetales caseras.

4-Por último, está la huella ecológica que supone consumir leches envasadas. Cuando hacemos la leche en casa, la huella es mínima, 20Wattios de consumo de batidora. Pero qué supone el proceso de envasado? Por una parte, hay que tener en cuenta que se consume mucha energía en la elaboración industrial y posterior comercialización de las leches envasadas (envases, procesos térmicos, transporte…). Y por otra parte, está el tema de la basura que se produce. Desechar un envase de plástico, por cada litro de leche que consumimos, supone generar muchísima basura difícilmente reciclable. Para tomar conciencia de este problema mundial os dejamos un video que grabamos en una isla al Sur de Asia, donde cientos de envases de plástico aterrizan en playas, traídos por la mar.

Esperamos que este artículo aclare la confusión general existente y sirva para recuperar hábitos que se han perdido en los últimos 50 años y tanta falta nos hace recuperarlos.

Por tu salud, y la del planeta, háztela tu mismo!