Hoy os presentamos un postre vegano delicioso hecho con arroz y con leche de almendras casera que tiene su origen, por lo menos, en la edad media. Es un postre sin gluten ni lactosa, por lo que es adecuado para alérgicos al gluten e intolerantes a la lactosa.

Aunque hoy en día el arroz con leche casero se hace, sobre todo, con leche de vaca, en el medievo la leche fresca animal era un bien escaso al que pocas familias podían acceder, y la cultura de las leches vegetales caseras estaba mucho más presente y extendida de lo que está hoy en día.

La elaboración y posterior uso culinario de las leche de almendras o de cualquier otra leche vegetal casera, era una práctica popular que comenzaba en las familias más humildes y llegaba hasta las cocinas de los palacios.

Si te interesa la historia, puedes entrar en el artículo sobre la historia de las leches vegetales caseras que publicamos desde Chufamix con mucha ilusión, después de haber recopilado diversos datos sobre su uso tradicional alrededor del mundo.

Vamos con la receta! (La tenéis escrita debajo del video)

Ingredientes:

• 1 litro de leche de almendras casera
• 150 gramos de arroz blanco
• 100 gramos de azúcar de caña (sin refinar)
• 3 ramitas de canela
• 2 cortecitas de limón

Modo de preparación:

1. Poner la leche a hervir a fuego lento. Cuando esté caliente (pero sin romper a hervir), añadir la canela y el limón y dejar 5 minutos para que coja el sabor de las especias.
2. Después, añadir el arroz previamente lavado, y remover durante 20 minutos a fuego lento.
3. En los últimos 5 minutos de cocción añadiremos el azúcar y seguimos removiendo hasta que el arroz esté cocido y la salsa espesa.
4. Quitar la canela y la corteza de limón, y repartir el arroz con leche en tazas individuales.
5. Si lo vas a guardar en la nevera para algunos días, utilizar tarros de conserva con tapa.

Consejos y alternativas
Dependiendo del tipo de arroz que utilizamos, variará la cantidad de almidón del mismo y el arroz con leche nos quedará más o menos espeso. En el video veréis que nos quedó muy espeso, en tal caso, recomendamos añadir más leche de almendra (esta vez en frío) y hacerlo más ligero.