Zumo de tomate y zanahoria es una propuesta nutritiva y refrescante , muy adecuada para el verano. Por un lado, nos ofrece otra forma alternativa a la ensalada o a las cremas de verduras, para consumir las hortalizas de temporada. Y por otro lado, nos aporta interesantes nutrientes para afianzar una piel sana y protegida de los rayos solares que nos acechan en la temporada estival.

El consumo de tomate y zanahoria nos garantiza un aporte diario de vitaminas y minerales esenciales para la buena salud. Ambos contienen altas dosis de vitamina C, lo que los convierte en alimentos antioxidantes que cuidan la piel, el cabello y regeneran las células en general. También aportan vitamina A (buena para la vista), vitamina K, hierro (para mejorar la circulación de la sangre) y potasio.

En la receta clásica se recomienda colar el zumo de tomate y zanahoria para conseguir una textura más agradable. Con Vegan Milker en casa, colaremos el zumo mientras trituramos los ingredientes, ahorrando tiempo y energía, y consiguiendo un resultado espectacular.

Gracias al sistema de filtrado óptimo de Vegan Milker, evitaremos tareas previas como escaldar los tomates y quitarles la piel. Esta cualidad de filtrado de la Vegan Milker, conseguirá el mismo efecto de colado óptimo con el tejido fibroso del apio y del jengibre que tan molestos pueden resultar en un zumo.

Así en pocos minutos y de forma fácil conseguiremos preparar un zumo de tomate y zanahoria de textura fina y cremosa, excelente para ofrecérsela a cualquier paladar.

Si esta es vuestra primera receta de zumo con Vegan Milker, os recomiendo ver este video titulado “como hacer zumos de frutas y hortalizas con Vegan Milker” para aprender las claves de cómo utilizar Vegan Milker, en la tarea de conseguir zumos de primera calidad. Básicamente se trata de triturar primero los ingredientes más jugosos y en un segundo lugar todos los demás, pero lo tenéis más detallado, si queréis, en este artículo.

Ingredientes (para 1/2 litro de zumo de tomate y zanahoria):

• 600 g de tomates (si están maduros mucho mejor)
•  200 g de apio
•  1 punta pequeña de raíz de jengibre
•  200 g de zanahoria
•  zumo de 1 limon
•  1 cucharada de aceite de oliva
• sal

Preparación del zumo de tomate y zanahoria:

1. Lavar , pelar y cortar en trozos pequeños los tomates, zanahorias y el apio.
2. Introducir en el vaso filtrante primeramente los trozos de tomate con el zumo de limón, el aceite y la sal y batir suavemente hasta triturarlo todo. Esto hay que hacerlo con cuidado y sin forzar la batidora manual.
3. Una vez hemos exprimido el tomate y tenemos ya el zumo inicial, añadir el resto de los ingredientes (los trozos de zanahoria y apio, la puntita de jengibre) y volver batir hasta mezclar bien todo.
4. Soltar el filtro y terminar de colar el zumo con la ayuda del mortero.
5. Se recomienda servir el zumo frío o con unos hielos, como más nos apetezca.

Cómo reciclar la pulpa:

Antes de entrar en materia, atención al siguiente dato: El apio, por su textura fibrosa, va a dejar unos hilitos en la pulpa del zumo. A mi no me molestan, es más un tema visual que gustativo, porque en la boca yo no los identifico siquiera. Sin embargo, en el caso de que nos moleste y queramos evitar la presencia de los hilos del apio en la pulpa, la solución es muy simple.

Realizaremos el zumo como se indica en la receta pero sin utilizar el apio. Colamos y reservamos la pulpa de tomate y zanahoria. Una vez hecho esto, volvemos a introducir el filtro vacío dentro del zumo, añadimos el apio dentro del filtro y batimos. Esta segunda pulpa la desechamos.

La pulpa de tomate y zanahoria es muy sabrosa y de textura agradable. Se puede reservar y utilizarla como acompañamiento de una tortilla o unas hamburguesas, integrarla en una ensalada o en una ensaladilla rusa, o tomarla a modo de “paté” con unos nachos.

A mi el reciclaje que me ha inspirado esta vez, ha sido la de mezclar la pulpa con aguacate para hacer un guacamole alternativo. Me encanta el aguacate y la verdad, la mezcla de esta fruta con el tomate y la zanahoria se compenetra estupendamente. De hecho, después de hacerle la foto, la he devorado con unos nachos y el zumo de tomate y zanahoria.

Pero como siempre os digo, la mezcla en este tipo de reciclajes culinarios se puede ajustar tranquilamente a vuestros gustos o a lo que en ese momento tengáis por casa: ajo, unas gotas de salsa picante, etc. y a disfrutar de una comida saludable y sabrosa!